miércoles, 30 de enero de 2008

Felipa&Federico

Felipa miraba las horas pasar
tan lentas como las gotas de agua
que se congelaban mientras recorrian
su cuerpo,hace mucho tiempo que no
se veia una lluvia asi, en este lugar
recondito de su mente, todo habia
estado tan tranquilo
que la calma irradiaba todos los
rincones de su sentir, y es asi
como subsistia cada mañpana, al mirar
aquella situación que la desgarraba
muy por dentro, esa sensacion que el
aire se le acababa, esas ganas de
gritar para que todo el pais la escuchara
Odiaba aquella sensacion, el saber que
no le pertenecia, aunque sabia que ella
podia hacerlo mil veces más feliz.
Es asi como pasa con algunas personas,
que ven lo que podria llegar a ser,
pero saben que nunca lo van a tener.
Felipa por lo demás ya estaba un tanto
acostumbrada, habian pasado tantos
años en ese baile monotono, que ya se
sabia todos los pasos, cada uno al reves
y al derecho, desde arriva para abajo,
la costumbre la ahoga, y ya sentia que
iba a explotar. Hasta que un dia como
en todo historia de heroes, el suyo lllego
muy calladito y timido, pidio un cafe
-Buenas tardes, me podria traer un cafe.
-si, por supuesto de que tipo.
-De vainilla, con galletas porfavor.
-Enseguida, vuelvo.
Y asi culmino esta pequeña conversación
que mas tarde traeria la felicidad que felipa
siempre soño.
Federico era un guapo escritor, era un editor
del diario, y en su tiempo libre se dedicaba
a la poesia y al arte, como su mayor afición. desde
que habia conocido a felipa podia pasar noches
en vela escribiendo y pintando sobre aquella mujer, sobre
su rostro, su pelo, esos ojos marrones que lo
atrapaban y lo llevaban a otra latitud.
Pero su timides lo cerraba, no sabia como hablarle
no sabia que hacer, iba cada mañana, pedia su
cafe y se iba, sin progreso alguno, el habla
no salia de su boca, cuando aquel deslumbrante
cuerpo se aparecia ante sus ojos, para el era
algo maravilloso, lo que siempre escribia en
sus poesias pero que nunca penso que existiria,
y ahi estaba ellla una vez más, haciendo lo mejor
odiaba su trabajo, pero desde que este personaje
llego, lo ansiaba, ansiaba poderlo mirar cada
dia, el se apegaba cada vez mas a su corazón,
las miradas recorrian cada esquina siempre,
era tan obvio que ellos mismos se asustaban, pero
¿como? como concretar esto que estaban sintiendo.
Un dia a Federico se le ocurrio una idea, Como
meticulosamente sabia todo lo que hacia durante el dia
se dio cuenta de que al igual que el, ella adoraba
la pintura y podia pasar tardes enteras mirando galerias,
analizando el arte por asi decirlo, tambien existia en felipa
aquella pasion, y asi fue como llego a aquella idea, iba a montar
un diario falso, con un articulo de arte ,con su direccion, para hacerle creer que
era una exposicion, entonces aquel martes 22 de diciembre
a eso de las 6:00 am, dejo el improvisado diario en su puerta, toco,
se escondio y espero que abriera, ella abrio, pero se extrañaba que
alguien hubiera dejado un diario en su portal, pero en un rato lo olvido.
Ese dia hiba a ser, a las tres se suponia que se iniciaba la exposicion
y federico vestido con su mejor traje la esperaba, creyo ke no llegaria
llevaba 20 minutos esperando, la esperanza se le iba, pero derrepente
el timbre sono, la puerta estaba abierta, los pasos se empezaban a sentir
cada vez mas cerca hasta que se vieron como si fuera la primera ves, y ella
anodada, vio cada cuadro que habia con su figura y rostro sabia que era algo
grande, lo miro a sus ojos, y se besaron, como nunca pensaron que lo arian
como nunca creyeron que iba a suceder, era amor, amor que habia esperado
mucho tiempo para ser tocado, la vida ahora estaba completa, la vida tenia
razon despues de ese beso, ahora todo valia, los sueños se estaban cumpliendo,
y el sentido de la vida volvia otra vez.

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